Blancanieves, 50 años no es nada

Siempre recomendada por el estimadisimo Paul Azema, y teniendo yo como referencia a Coquito otra gran panchería ícono y clásica de Zona Norte me fui entonces para la Heladería Blancanieves, una típica heladería de barrio, de esas que se quedaron en el tiempo, y que a pesar de los años ha sabido conservar su estilo.
Blancanieves está en zona “top” como dirían alguna viejas copetudas de la zona, a metros de Compañia de chocolate, al lado del muy dulce Süss cupcake cafe.
LLegué y me dedique a lo que había venida, a probar en combo, pancho y helado.
Pague en la caja, y me fuí directo al mostrador.
Un pancho por favor, mientras entregaba el ticket al sr que me lo solicitaba.
-¿Que salsa queres?, me decía mientras me mostraba el listado de varias salsas a mi disposición.
Uy yo quiero todas, pero bueno me decidí por un relish.
Me entrego el pancho, con una salchicha larga y un pan calentito que la cubría casi perfectamente en toda su extensión.
Al verla me vinieron a la mente las palabras que Max Carnage había hecho en un grupo de Buena Morfa, “la salchicha apunta hacia arriba y no hacia adelante (dato para los golosos/as)”, y entre internas sonrisas cómplices me dedique a probar el pancho.
La salchicha estaba en su temperatura justa, menos crocante la piel que la de coquito, y quizás de menor grosor (tampoco me voy a poner a medir el diámetro de una y otra), el pan también calentito, como cocido al vapor.
La salsa estaba a mi parecer un tanto fría, puede ser por el dia, no lo se, pero con la acidez justa, y sin que sea picante, le daba un poco de sabor pero sin exagerar.
Tarde casi nada en terminarlo, me quedé con ganas de otro, pero por la hora y por lo que había sido mi día, era más que suficiente.

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Ahora ya debería seguir con el rito, porque no podes ir a Blancanieves y no tomarte un heladito de frambuesa, sería una ofensa al buen nombre de Paul.

Nuevamente a la caja, la señora me pregunta si quiero otro pancho, me rio y le digo que no que por hoy ya basta, que ahora quiero un pequeñito helado de frambuesa.

Nuevamente al mostrador, donde el mismo señor me toma el ticket y antes que pregunte los gustos, le digo “TODO de Frambuesa”.
Calculo que no debe ser algo raro para el, porque se sonríe levemente, mientras empieza a preparar el helado. Mientras vuelvo a mirar la decoración del lugar, las notas de diarios que hablan de la heladería, las imágenes de Disney con la típica Blancanieves comiendo o panchos o helados…
Y ya estoy yo con mi heladito, sublime, con verdadero gusto a frambuesa, sin esas cosas pseudos naturales que se sirven en otros lugares, para mi que la medida justa de helado es un cuartito, el mini helado paso como si fuese una cucharada, pero explotando en mi boca un montón de sensaciones de una frambuesa muy bien lograda.

Ya de vuelta la la calle, y marcándolo como una digna alternativa a coquito, recordé que mi ahijada unos días antes me había “insinuado” que le debía el programa de panchos y helados.
Ya tendré que planear una nueva visita con la excusa de cumplir la promesa a mi ahijada y de paso probar la otras salsas de la tentadora lista.

Donde queda Blancanieves:
General Paunero 2024 Martinez

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