Hoy tuve un día complicado, dormí mal, y me desperté peor.
Es malo dormir y no descanzar, es como que no logré desconectarme del mundo que me rodea y de sus cosas.
Necesito una pausa, despejar mi cabeza de todo y de todos.
Cuando estoy así a veces el cocinar me ayuda, otras veces hay que recurrir a otros métodos.
Tengo dos opciones, dos bares donde sirven los mejores tragos, en ambos me siento cómodo, uno es mas formal (música suave, ambiente distendido, más señorial), el otro lo contrario, también con buena música (esencial es siempre la música), pero más descontracturado e informal.
Para los que me siguen en mis blogs saben que hablo en primer lugar del café Arroyo del hotel Sofitel de Buenos Aires, y en segundo de Jack The ripper.
Pero por el día que tengo mi elección es el segundo, si bien quiero desconectarme necesito de esa informalidad que solo Jack puede darme.
No veo la hora de llegar, sentarme como siempre en la barra, hablar con el bartender, y pedirme alguno de los muy buenos tragos que ahí preparan. casi siempre la elección es simple, hoy como mi día, sera más compleja, pero siempre clásica, mientras de fondo Oasis, Bowie, the Smiths o el que sea, ponen música en mi tarde; y mi cabeza baja poco a poco las revoluciones, y los fantasmas que me atormentaron durante todo el día simplemente desaparecen.
Les dejo dos artículos que escribí:
