4 personas
250 g de sémola,
120 g de manteca,
3 cucharadas de queso parmesano rallado,
1 l de leche,
1 cucharada de queso gruyere rallado,
sal
Hervir la leche en un recipiente con una pizca de sal y 50 g de manteca. Tamizar en él la sémola, mezclando continuamente para evitar la formación de grumos. Retirar el recipiente del fuego al cabo de 30 minutos, y sin dejar de mezclar, añadir a la mezcla 1 cucharada del queso rallado. Humedecer ligeramente una bandeja o una encimera de mármol, depositar en ella la sémola y nivelar la superficie. Cuando se haya enfriado y solidificado, cortarla en pequeños discos con la ayuda de un molde para galletas o de vaso bocabajo. Engrasar una bandeja de horno con 15 g de manteca y formar una capa con los discos de sémola. Espolvorear con 1 cucharada de queso parmesano y condimentar con la mitad de la manteca restante fundida. Colocar otra capa de discos encima, superponiéndolos parcialmente, esparcir el resto del queso rallado, la manteca sobrante y por último el gruyere. Cocer en el horno a 200 °C durante 15 minutos o hasta que la superficie esté gratinada y servir en el mismo recipiente.
