Saliendo con Papá: Nápoles y una pizza

Papá tenia una amigo, Mario, se habian hecho amigos allá por los 80 mientras esperaban comprar unas entradas para la temporada de ópera del Colón.
Mario era Napolitano.
La amistad que empezó con una charla informal se hizo bien fuerte, nosotros íbamos a comer a lo de Mario, y Mario y su familia venían a comer a casa.

Cuando papá viajó a Italia con Mamá, Mario le dio consejos de viaje, y le dijo que si iba por nápoles pase a visitar a su hermano.
El hermano de Mario los recibió como si ellos fueran sus amigos, y lo pasaron muy bien.

Cuando me enteré que un Napolitano de pura cepa, como Maurizio de Rosa abría una nueva pizzeria se me vino a la mente la imagen de Mario, la amistad de papá con él, y los cuentos del viaje a Nápoles.

Tenía que llevarlo, le comente del lugar y de quien era el dueño.
Papá no paraba de recordarme ” a ver cuando vamos a esa pizzería”, “quiero probar esa pizza”

El tiempo pasó hasta que logre encontrar el día justo, el miércoles 7 de diciembre, un día después de mi cumpleaños.
Mamá salía comer con sus amigas, Papá se quedaba solo, era el momento justo para organizar una nueva salida con Papá.

img_20161207_125548Contacté a la pizzería San Paolo, hice mi reserva.
Hable con Maurizio, me confirmó que pese a tener que ira a la afip estaría en el lugar.

Llegar fue un caos, demoras en los trenes, para de subte, calor, malhumor en la gente.
Pensé que llegaba tarde, pero no, la puntualidad es mi fuerte, llegué justo.

Maurizio muy atento, buen anfitrión me invitó a pasar.
Elegí una mesa de dos, de todo un gran salón y ahora a esperar a papá, que tenía algo que hacer por el centro, por el infierno del centro.

Mientras lo esperaba mire la carta, el menú del almuerzo es muy tentador.

Papá llego atrasado, 30 minutos. No voy a negarlo, por dentro puteaba de lo lindo.

Pedimos dos pizzas, el una Margherita, yo la de cuatro quesos.
1
Papá una cerveza y para mí un agua.

Las pizzas me parecieron buenas, había tenido opiniones dispares, a papá le encanto el lugar, la atención y las pizzas.

Maurizio se comportó correctamente, papá pensaba que era distinto, no se quizás mis cuentos sobre él lo habían predispuesto.
Yo reconozco que también pensaba igual, quizás ese día y luego de haberse bancado la burocracia argentina de la afip, más el calor Maurizio estaba cansado.

Papá prometió volver, esta vez acompañado de mamá.
Yo calculo que también.

¿San Paolo tiene la mejor pizza?

No sé, tengo que probar otras y luego comparar.
sanpaolo

Lo que si tiene es que fue el lugar para otras de esas salidas de Padre-Hijo, esas que tanto me gusta disfrutar.

¿Donde queda?
Uriarte 1616
FB: San Paolo

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