Llegue a Dellepiane por la recomendación que alguien hizo en un grupo de Buena Morfa.
Como todas esas recomendaciones uno a aprendido a través de los años a diferenciar una buena recomendación genuina de una buena recomendación pagada.
Conocía el barrio, de chico había ido al colegio por la zona, de más grande a un gym de por ahí y de más grande aún había trabajado casi a la vuelta.
Por ese entonces en el pasaje Dellepiane no había mucho, o quizás deba decir nada me tentaba mucho.
Así que un día, apenas salido del trabajo encaré para ese nuevo lugar de hamburguesas.
Buscando unas de verdad, nada plásticas como las de las cadenas, que no tuvieran una lavada de cara como en algunos lugares que te sirven la típica de cajita aderezada simulando una casera, pero que a la larga lo terminas notando.
Para el que no sepa donde es Dellepiane, hay que aclarar que no es una calle, sino que es un íntimo pasaje, en la zona de tribunales, que une Viamonte con Tucuman, entre las calles Montevideo y Rodriguez Peña, es más es tan angosto que si vas caminando rápido muy posiblemente lo pases de largo. ese pasaje se llama Dellepiane, y a mitad de cuadra del mismo esta este lugar.
Varios carteles te avisan las promociones, muy tentadoras y a un precio más que accesible.
Te ofrecen tragos, descuentos, un happy hour de 17 a 21 hrs, buena cerveza tirada y las hamburguesas.
El lugar es lindo, con una decoración acorde a un tipico bar de cervezas, tranquilo , quizás por la hora que fui, 18 hrs de un martes es así, pero se nota que esta preparado para ser más movido en otros horarios.
Busque una mesa en un costadito y me senté, se acercó Tomás, el dueño, nos pusimos a charlar, me contó que desde noviembre había abierto el lugar.
Que lo que ofrece son hamburguesas caseras, de 160 grs, con pan casero, con buenos ingredientes, que también tienen cerveza de Antares y tirada de barril.
Basta!!! ya me tentaste Quiero, quiero!!!
Le pedí una de las hamburguesas que estaban en promoción, con doble queso cheddar, tomate, lechuga y huevo a la plancha, que viene acompañada con papas fritas, la promoción venía con una gaseosa, pero yo quiero cerveza, una pinta de una roja de Kaleef, bien tirada.
Seguí charlando con Tomás, hablamos del barrio, de como esta todo, que al mediodía viene la gente del Consejo Profesional de Cs económicas, que también vienen abogados, que esta viendo de poner algo de Jazz los viernes a la noche, de ampliar la barra de tragos, y de tantas otras cosas…
Y llegó la hamburguesa, por fin una como Dios manda, por mi cabeza recordé otras que probé, las de las cadenas de siempre, MCD, Burguer, aun las cuadradas de wendys (que para mis sobrinas son novedosas y para mí es más de lo mismo), también pasaron las Rex, decepcionantes y caras, las de Dean & Dennys, que si bien son comerciales, son las que para mí más safan.
Esta les rompia el c… a todas, les ganaba por muchos cuerpos, bien cocida a punto, el pan muy rico, bien hecho, ni hablar del huevo, del queso, comerla y no mancharse las manos era imposible pero así debe ser, y así me gustan las hamburguesas.
La cerveza cumplía perfectamente, era el partener ideal, pero no fui a tomar cerveza, esta vez es algo secundario, lo importante era lo que estaba comiendo, tan importante que me olvidé de las papas, quedarón ahi, casi sin tocarlas.
Recordé la recomendación que había recibido, y si, le hacía honor a cada palabra.
Seguí hablando con Tomás, me contó que abren al mediodía, que siempre esta el, que su mujer también ayuda, que entre los dos están tratando de darle forma a ese sueño que hoy poco a poco va transformándose en realidad.
Tomás sabe que el tiene que estar pendiente de todo, porque estuvo en otros lugares y trabajo con dueños no se ocupaban y que poco les importaba si el negocio andaba o no.
Mientras lo escuchaba pensaba en el refrán “el ojo del amo engorda el ganado”.
Terminé mi hamburguesa, saque fotos a todo el lugar, pagué, me despedí de Tomas con un “hasta pronto” y me volví a casa.
Ya no cenaría, estaba satisfecho, por demás satisfecho.
Empecé a pensar en hacer correr la voz, contarle a mis amigos, a los del trabajo, empezar a recomendar yo a Dellepiane.
Porque, para mí, la mejor recomendación siempre es de boca en boca.
Dellepiane:
Pasaje Luis Dellepiane 685
4371-7601
https://www.facebook.com/Dellepiane.Bar
https://twitter.com/dellepianepub
3 thoughts on “El otro día comí unas hamburguesas en…”
Muchas gracias por la buena nota, Federico! Glad you liked our burgers! 😀
Saludos, Chrystin y Tomas
Es que la pase muy bien.
Muy buenas hamburguesas, pronto volveré
Ese lugar me destruye el corazon. Vivi en ese pasaje desde que naci hasta los 18 años. Jugabamos partidos en la calle. En los carnavals ponian un escenario en el medio de la calle y venian los cantantes del club del clan a cantanr. Niki Jones, Jhony Tedesco, y en el conventillo que ahora demolieron hasta venian los hermanos abalos a cantar a los santiagueños que vivian ahi. En la hamburguqseria vivian los Funes, quien en Navidad hacia unos baldes de clerico hermosos. Enfrente los Ricciardi. Al lado eran todas familias españolas mi amigo silverio, Suso ( se llamaba Jesus) y el apodo era por que la madre salia a la puerta y le gritaba Jesusillo ve a buscar una pishicola!
Jugabamos al futbol en la calle y los 24 y 31 bailes en la calle. Hermosa infancia. Decadas del 60 y 70.