Volvíamos de buscar el regalo para Vicky, mi sobrina cocinera y sin darnos cuenta estabamos cerca de Dobar Tek-
Suelo ir varias veces por año, y pero en este no había todavía pasado.
Prefiero ir en invierno, pero aun con estos calorcitos la tentación es muy grande.
LLamé a Daniel (el dueño) le pregunte si abrían hoy y antes de que terminara de hablar le estaba dicendo que ya estaba en la puerta.
Eramos los primeros.
Siempre la atención en el lugar te hacen sentir como que estas yendo a lo de unos amigos, o unos parientes.
Son cálidos, amables, y la comida es como la que podes tener en tu casa (siempre que seas de familia croata, que no es mi caso).
Ni miramos la carta, sabíamos que es lo que ibamos a pedir, de entrada los simpre clásicos Cevapci, acompañados por la ensalada de papas y cebollas, y despues el strudel Dobar Tek.
Por recomendación de la chica que siempre nos atiende y que nunca recuerdo su nombre, nos convenía alterar el orden y empezar primero por el Strudel y luego por los Cevapci, cosa que así hicimos.
Para mi, el strudel de Dobar Tek es de los mejores que comí, y el que pedimos que tiene jamón ahumado, queso, verdura y crema de leche…. un majar.
Luego, llegaron los Cevapci, acompañados por la ensalada y con Ajvar, un condimento de de aji y berenjena (se puede optar por suave o picante, optamos por ambos)
Despues de todo esto, no había lugar para nada más, como se dice quedamos pipon pipon.
Todo lo que comimos, más dos aguas, salió $351 sin propina.
Una ganga si ademas le agregas la calidez de quienes atienden el lugar.
Nos quedamos charlando un rato en la puerta con Daniel, y prometiendo volver antes que se vayan como todos los años a atender el que tienen en Mar del sur.
Direccion: San Juan 548
